Doble soneto acróstico para Armando Pinto, Julio Eutiquio Sarabia y Julián Herbert, quienes haciendo alarde de un arte que desconocen, disputan en blogs lo que no pueden en versos decantados.
Pares no hay en eso de ser viles:
Ignorantes, palurdos, zafios, mecos,
Negados, infecundos, tontos, secos,
Tullidos, impotentes y febriles.
Ofrecen su veneno, son reptiles
Y arrastran en sus heces sus resecos,
Estériles ingenios, yermos, huecos,
Unívocos, facciosos y serviles.
Tienen ganas de ser y no son nada,
Ira es su fe, que valen lo que un quinto,
Quieren decir "rigor" dicen "deliquio".
Uno migraña, el otro, una mamada.
Indigente, mendaz, se llama Pinto.
Orfebre de lo ínfimo: es Eutiquio.
Y se juntan también con un "su hermano",
Joto en su culo, es un puto liendroso,
Uno que se entromete, burdo, brioso,
Limpio en su estupidez, que no en su ano.
Intendente feroz, sirviente ufano,
Ángel de la miseria, es un baboso,
Nunca es un perro fiel, es un rabioso,
Hijo de la chingada, no es humano.
Espera redención del cielo austero
Recibe con desprecio pago a plazos
Burro en el alma toca flauta ajena
Es un pobre pendejo que da pena
Rebuzna sin saber, quiere putazos,
Tiene nombre y se llama: Soy culero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario